A medida que bordaba y
cosía estos baberos no paraba de recordar la de baberos que gastó mi
muchachote. Hasta los dos años y medio, más o menos, era todo babas, parecía una
fuente más que la boca de un bebe. Lastima que por aquél entonces estaba entre
costes y balances y no disfrutando del placer de trabajar con las manos. ¡Con
los baberos tan monos que podía haber llevado!
En fin, cada tiempo
tiene sus razones de ser. En cualquier caso estoy disfrutando mucho haciendo
estos baberos, todos con tela de algodón y bordados a mano.
Las telas del reverso, son
también de algodón, y tan bonitas que sin detalles añadidos podrían valer por
si solas de baberos.
Cuando vi la tela de
las manzanas, no pude resistirme… por si no se nota en el blog, el morado en
todos sus matices es mi color favorito sin ninguna duda.
Y por último, en esta
primera sesión de baberos hechos a mano, uno reversible…
Por una cara, lleno de colores y alegría
Y por la otra… no
menos alegre
Espero que os gusten.
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