Desde que tuve la oportunidad de tocar el
primer algodón japonés me enamoré de su entrelazado y tacto, de sus estampados
ya lo estaba.
Aquí os dejo los últimos monederos con boquilla
que he hecho, con detalles bordados a mano,
Este negro… ¡para mí! El único sin bordado, con
los nudos que trae la propia tela no necesita nada más
El forro interior de todos
es algodón liso en distintos colores.
Y por último, un bolsito de fiesta inspirado en
la genial bordadora japonesa Yumiko Higuchi, aunque cualquier parecido es pura
coincidencia… ¡vaya manos que tiene la muchacha!
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